El cuándo hacer reformas tiene tantas respuestas como propietarios existen.
El abanico, por tanto, es inmenso. Y abarca desde aquellos que están volcados en la mejora de su casa hasta lograr la que siempre soñaron, hasta otros perfiles que se lo toman con más calma. Y esto puede suceder por muchas razones. Desde económicas hasta personales.
Sin embargo, hay momentos en los que dar el paso puede ser inaplazable. ¿Cuáles? Aunque dependerá de tu perfil, te avanzamos 10 cosas que hacen pensar que una vivienda necesita reformas.
1. Se observan humedades
Si en cualquier pared ha aflorado una mancha de humedad y, al margen de la distorsión estética, no le has prestado atención, debes saber que no actuar ahora puede traducirse en tener que hacerlo mañana. Pero con obras de mayor consideración. Y es que una humedad puede acabar generando problemas estructurales. Además de entrañar riesgos, por ejemplo, de desprendimientos. Y de ocasionar daños para la salud por la proliferación de hongos.
2. Entra frío por las ventanas
Si cuando bajan las temperaturas notas que tu vivienda es como una nevera, probablemente las ventanas tengan buena parte de culpa. El frío entra y el calor se escapa cuando el aislamiento es deficiente. Así, tal vez sea el momento de avanzar hacia una vivienda más eficiente energéticamente. Y cambiar las ventanas por unas que aíslen el interior.
3. Ruido de vecinos o del exterior
¿Vecinos ruidosos o una vivienda ubicada en zona de ocio? Tal vez te hayas habituado a (sobre)vivir con exceso de ruidos. Pero no deberías, puesto que la exposición continua a contaminación acústica tiene efectos para la salud. Ansiedad, trastornos del sueño o depresión son algunos de los riesgos a los que te expones. Para resolver este problema puedes llevar a cabo distintas actuaciones para mejorar tu aislamiento acústico.
4. Electrodomésticos desfasados
Puede que esa lavadora o ese frigorífico que siguen funcionando tras décadas de servicio te sigan valiendo, pero, ¿a costa de qué? De consumo de energía, por supuesto. Así, si te preguntas por qué tus facturas de la luz no dejan de subir, parte de culpa está, sin duda, en los electrodomésticos desfasados. Si quieres poner remedio, tendrás que sustituir los electrodomésticos por modelos más eficientes energéticamente.
5. Mal estado del mobiliario
Aunque lo vintage tiene su atractivo, tiene también límites. Pero, ¿dónde ponerlos? Mesas cojas, sillas con el respaldo roto, muebles de madera envejecidos por su exposición a la luz, sillones hundidos o muelles del colchón que no te dejan dormir. Si en casa tienes este tipo de problemas, deberías hacer un cambio de mobiliario urgente. Más que por tendencia, por pura usabilidad.
6. Diseño y decoración anticuados
Casas con habitaciones muy pequeñas o con largos pasillos que no ayudan a maximizar el espacio disponible son algunos de los males comunes entre quienes residen en viviendas antiguas. Estas, además, suelen ir acompañadas de una decoración anticuada. Si sientes que estos elementos describen tu hogar, puede que darle un giro al diseño sea ya necesario. Tanto para actualizarlo como para sentirte mejor.
7. Baño en mal estado y poco higiénico
Duchas, inodoros y lavabos anticuados y que gastan mucha más agua de la necesaria. Manchas negras entre azulejos que revelan la presencia de hongos. Muebles o suelos hinchados… Son algunos signos de que el cuarto de baño se ha quedado viejo. La reforma integral o la mejora no será solo cuestión de estética (y eficiencia), sino que tendrá mucho que ver con la salud. Puesto que la falta de higiene en esta zona eleva el riesgo de infecciones.
8. Desconchones y manchas en la pared
Como ocurría con las humedades, un desconchón o una mancha que nunca había estado ahí, pero que de pronto aparece, pueden ser cosa de una simple mano de pintura. O todo lo contrario: la muestra de algún problema serio. Por ello, asegurarse de por qué ha aparecido una grieta o se ha caído la pintura será la mejor herramienta para evitar riesgos y obras mayores.
9. Suelo en mal estado
Los suelos que se abomban o que se hunden son dos habituales en las viviendas. En estos casos, repararlos se convierte en una cuestión de seguridad. Especialmente si en la casa residen mayores, niños o personas con movilidad reducida. Aunque no son los únicos problemas que puede sufrir tu suelo, sí figuran entre los que precisan de una actuación urgente.
10. Instalación eléctrica antigua
¿Vives en una casa tan antigua que no recuerdas cuándo se instaló la electricidad? En ese caso, ojo, porque puede ser determinante que revises la instalación y apliques reformas para garantizar la seguridad. Además, la normativa detalla que los titulares de las instalaciones están obligados a mantenerlas en buen estado. Así que en este punto no conviene descuidarse.
Si tu casa sufre alguno de estos diez males y ha llegado el momento de impulsar cambios, no dudes en consultar más información sobre proyectos de reforma. Puedes plantear directamente tus dudas a expertos de tu zona a través de Certicalia.
Fuente: fotocasa